NUNCA MAS REPRESION NI VIOLENCIA

ADIUNT repudia enérgicamente la violencia, agresión y amenazas ejercidas por las llamadas “fuerzas de seguridad” del Rectorado contra estudiantes y docentes. Ese sector viene haciendo abuso de la violencia, con toda impunidad, desde hace más de una década cada vez que se reclama o se disiente con las autoridades. De modo que no se trata ya de un hecho fortuito, sino de una política institucional de las autoridades de turno que parecen olvidar que estamos en un sistema constitucional y democrático.

Esos violentos fueron mandados por alguien y, si la orden no salió de las autoridades de la UNT, correspondía que se hicieran cargo y responsables de la
función que les toca por su jerarquía. Lejos de ello, se limitaron a atrincherarse en sus despachos – a los que tienen acceso por la entrada lateral de Rectorado- e hicieron abandono de los miembros de la comunidad universitaria que estaban siendo agredidos. Al abandono se sumaron las declaraciones con
las que la Rectora intentó minimizar la gravedad del conflicto argumentando que el personal de las “fuerzas” había sido violentado con diversos elementos contundentes. Argumento del que no dan prueba ninguna de las decenas de imágenes fotográficas y videos que recorren la web y los medios de comunicación locales y nacionales. Sí, en cambio, se observa claramente en toda esa documentación visual quiénes eran los agentes de la agresión y cómo golpeaban a los estudiantes.

Sra. Rectora y Miembros del Gabinete: la Universidad no se gobierna por “la fuerza” sino en un ámbito de consenso colectivo y académico donde los actores y agentes de la comunidad tengan idénticos derechos a percibir salarios y condiciones de trabajo dignos.

“La fuerza” nunca logró tapar la realidad: a la larga o a la corta ésta se manifiesta en la evidencia de los hechos. FUERZA, VIOLENCIA, ABUSO DE PODER: acciones lamentables contra las que hemos luchado millones de argentinos pero que en la UNT parecen tener todavía un reducto.

No queremos más discursos de apoyo que intenten ocultar hechos de violencia y discriminación. No admitimos una universidad en “rojo” –como la define la
Rectora- ni por deudas ni por sangre derramada. Queremos una universidad en
blanco, en la que se sancione a quienes son los responsables por esos “rojos” y se camine hacia el futuro con presupuestos, salarios y condiciones acordes a la función de FORMACIÓN SUPERIOR que nos compete.

Tucumán, 14 de agosto de 2014