DECLARACIÓN: A la Docencia Universitaria y Preuniversitaria Argentina
El Ministerio de Educación de la Nación presentó finalmente en la paritaria reunida el 22 de octubre su “propuesta de recomposición salarial”. Apenas un 7% a partir de octubre y volver a discutir en diciembre, cuando a la fecha la pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios ya supera el 14%. De mantenerse el actual ritmo inflacionario, en el mes de diciembre ese desfasaje superará holgadamente el 20%.
El mismo Secretario de Políticas Universitarias – Jaime Perczyk – que hace unos meses sostenía que «el compromiso del gobierno es que a fin de año los salarios van a empatarle a la inflación», ahora formula una oferta que en los hechos es un nuevo ajuste.
Ya estamos finalizando el mes de octubre, y el conjunto de la docencia sostiene hace siete meses desde sus domicilios la continuidad educativa de casi un millón ochocientos mil estudiantes, sin apoyo económico ni provisión de herramientas tecnológicas por parte de las universidades. Las universidades están cerradas, pero las aulas son nuestras casas, escritorio en el mejor de los casos, pero la mayoría lo hace desde el comedor, el living, el dormitorio, o cualquier ambiente con algo de silencio desde donde enseñamos en el aislamiento con nuestras familias, con quienes compartimos internet y herramientas tecnológicas. Nos cargamos al hombro mantener la enseñanza aún en estas condiciones, con sobre carga laboral y poniendo los recursos desde nuestros bolsillos. Son las mujeres las que asumen mayoritariamente las tareas de cuidado de sus hijes, generalmente con cargos de las categorías más bajas y peor remuneradas.
El malestar se ha profundizado ante la indiferencia de rectores y del gobierno por las malas condiciones en las que nos hacen cargo de “garantizar” el derecho a la educación superior de las y los estudiantes, obligación que le corresponde al Estado y a las Universidades.
El papel que jugaron la mayoría de rectoras y rectores del CIN en esta paritaria en la peor pandemia que hayamos conocido, fue lamentable. Pocas veces hemos visto una actitud tan agresiva hacia las organizaciones sindicales que defendemos los derechos laborales y salariales de la docencia. Ni siquiera han sido capaces de resolver la situación de la docencia que aún continúa en situación de interinato o con contratos precarios, o de hacer alguna gestión para obtener algún refuerzo para las obras sociales universitarias, hoy con severas crisis financieras. Parece mentira que alguna vez hubieran sido docentes y que hayan llegado a sus cargos por el voto de sus colegas.
La propuesta del Ministerio de un solo un 7% de incremento de octubre a diciembre, cuando nuestros salarios estarán un 20% debajo de la inflación acumulada, es una importante rebaja salarial, muy injusta e inexplicable.
Inexplicable porque provincias como Buenos Aires bajo la gobernación de Kicillof, otorgaron aumentos para los docentes y estatales de más de un 14% retroactivo a septiembre, que sumado a los otorgados durante el año probablemente empaten con la inflación e incluso en categorías más bajas pueden superarla. Además pagaron en febrero 2020 la cláusula gatillo de la paritaria 2019 que la docencia de la provincia le arrancó al Gobierno de Vidal.
En Catamarca se acaba de otorgar un aumento del 21% a las y los docentes y estatales de la provincia. En la provincia de Río Negro, bajo el gobierno de Carreras (Juntos Somos Rio Negro) se otorgó un aumento del 22,5% a docentes y estatales. La mayoría de las provincias y también los gremios de la actividad privada superan ampliamente el techo del 7%.
A las y los docentes de las Universidades en cambio, desde el Ministerio que conduce Nicolás Trotta ya nos vulneraron en marzo la cláusula gatillo que le habíamos arrancado con la lucha en 2019 a su antecesor macrista Alejandro Finocchiaro. En marzo debían pagarnos un 14% de aumento por la pérdida acumulada frente a la inflación desde octubre 2019, y sin embargo acordaron un 9,7%. Encima ahora nos quieren vender que esa misma gatillo “recortada” del 2019, es aumento 2020. Lo quieren contar como si fuera paritaria 2020, una artera construcción de relato que insulta nuestra inteligencia y una estrategia para esconder la rebaja salarial.
Esta maniobra del Ministerio de Educación de Trotta y Perzcik, con la anuencia lamentable del CIN y las conducciones de CONADU y FEDUN justificando el apoyo a la quita salarial que significa el techo del 7%, pretende ocultar que nos dejan como uno de los sectores de asalariados con más bajo incremento salarial.
No es justo que las consecuencias de la crisis una vez más recaiga sobre las espaldas de la clase trabajadora, en nuestro caso de la docencia que sigue formando jóvenes para que nuestro país cuente con nuevos profesionales de las distintas disciplinas que hoy consideramos esenciales.
La pandemia vino a dejar al desnudo y a profundizar la situación de enorme desigualdad social producto en particular de las políticas neoliberales del gobierno de Macri.
Hoy estamos en un escenario de una crisis económica con una gran especulación del capital concentrado, además de presiones desestabilizadoras de determinados sectores políticos, que son los más insensibles ante el agravamiento de la pobreza y desocupación. Imponer el techo salarial del 7% es ceder ante las presiones y exigencias de estos sectores.
Justamente defender y mantener el poder adquisitivo de los salarios es uno de los instrumentos más efectivos para la reactivación de la economía en el camino de salir de la crisis y medidas que deben hacerse efectivas como el impuesto a las grandes fortunas son justas y necesarias. Este debe ser el camino y no imponer y aceptar paritarias a la baja.
Por lo expuesto, desde CONADU HISTÓRICA hacemos la más amplia convocatoria a toda la docencia universitaria y preuniversitaria a reclamar por nuestros derechos adhiriendo al Paro Nacional los días 27 y 28 de octubre en todas las Universidades Nacionales, con apagón virtual y desconexión total.
Mañana y pasado nos desconectamos, no dictamos clases, no atendemos consultas, ni reuniones de cátedra ni ninguna actividad académica. Martes y Miércoles, Apagón virtual, desconexión total y acciones de visibilización.
Sin docentes que enseñen, no hay Universidad Pública.
Seguimos luchando por:
- Recomposición salarial no inferior a la inflación acumulada
- Compensación de gastos ocasionados por la virtualidad educativa
- Resolución de la precarización laboral de las y los docentes interinos, contratados, ad-honorem
- Refuerzo presupuestario para las obras sociales universitarias
- Respeto a condiciones y ambientes de trabajo seguros
CONADU HISTÓRICA – CTA AUTÓNOMA