Contra el patriarcado en las Universidades Nacionales

(Por Claudia Baigorria, secretaria de Formación de CONADU Histórica) Nuestras Universidades Públicas preservan lógicas patriarcales sustentadas desde sus propios estatutos, más allá de grandilocuentes declaraciones de principios que, en los hechos cotidianos, no se traducen – salvo honrosas excepciones – en políticas activas y efectivas para combatir las diversas formas de discriminación y violencia machista.

Desde la estadística fría del inferior acceso de las mujeres a los cargos de mayor jerarquía en la docencia y en los cargos de representación institucional (sobre más de 50 Universidades Nacionales del Sistema de Educación Superior, menos del 10% son Rectoras), hasta las situaciones concretas de formas variadas de violencia que comenzaron a visibilizarse hace algunos años.

A partir del diagnóstico y las crecientes denuncias de trabajadoras y estudiantas, equipos interdisciplinarios de Compañeras del ámbito académico y gremial, abordaron la problemática e impulsaron ordenanzas y protocolos con el objeto de erradicar y sancionar todo tipo de violencia sexista en las Casas de Altos Estudios (abusos, acosos, discriminación por género u orientación sexual, entre tantas formas detectadas).

Desde CONADU Histórica asumimos en esta etapa, el compromiso de convocar a los distintos sectores de la comunidad universitaria (docentes, estudiantes, no docentes, graduadxs profesionales con mirada de género), y en especial a quienes ya transitaron la experiencia de elaborar y llevar a la práctica los Protocolos contra la Violencia de Género que hoy funcionan en las Universidades Nacionales. La Universidad Nacional del Comahue fue pionera en este sentido, pero también asumieron el desafío y lo plasmaron en ordenanzas las Universidades Nacionales de Rosario, La Plata, la UBA, San Martín, Córdoba, entre otras.

Entendemos que la única forma de desnaturalizar estas prácticas es a partir de una gran campaña nacional que nos permita visibilizar la problemática en las Universidades Públicas, como uno de los tantos ámbitos en los que las mujeres somos víctimas del patriarcado. Esta iniciativa, entendemos, debe además complementarse desde un cambio en las políticas académicas, incorporando en la currícula de todas las carreras y de manera obligatoria, asignaturas específicas sobre género y erradicación de la violencia sexista. Y además, no alcanza con la Universidad; hay que empezar desde la escuela y el hogar.

Precisamente, en el marco de la nueva convocatoria al #NiUnaMenos, en la reunión de la Mesa Ejecutiva Nacional de nuestra Federación celebrada en el día de ayer, aprobamos la iniciativa y el compromiso asumido en la reunión que mantuvimos junto a las Compañeras de la CTA Autónoma en el Consejo Nacional de las Mujeres. Intentaremos abordar una construcción colectiva y transversal convocando a nuestras Asociaciones de Base y a los distintos sectores mencionados para impulsar nacionalmente esta iniciativa. El desafío es grande, pero lo venimos debatiendo hace años en los Talleres de «Mujer y Universidad» en los Encuentros Nacionales de Mujeres, y estamos convencidxs de que el tiempo es hoy.