CONADU Histórica rechaza la contra reforma educativa del gobierno nacional

La Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (CONADU HISTÓRICA) rechaza categóricamente el Ante Proyecto de Ley presentado en sociedad como Plan Maestr@ por el Presidente Mauricio Macri y el ex – Ministro de Educación y Deportes Esteban Bullrich a espaldas de la comunidad educativa, académica y científica y de la sociedad toda, en un claro intento de habilitar una nueva avanzada de concepciones mercantilistas, privatistas, anticientíficas,  elitistas y meritocráticas sobre las instituciones educativas públicas.

El Plan Maestr@  tiene como sustento las leyes antieducativas vigentes y la declaración de Purmamarca que en 2016 firmaron con Bullrich  los Ministros de Educación de las 24 provincias.

El Plan Maestr@ no es el único instrumento que el Gobierno de Cambiemos ideó para terminar con derechos universales, sino que se vale de otros complementarios que vienen a retrotraer al Sistema Educativo en su conjunto a las épocas más conservadoras de nuestra sociedad. Complementariamente al Plan, el Gobierno impulsó – con el acuerdo de 48 Rectorxs de las UUNN y el CIN – el Sistema de Reconocimiento Académico de Educación Superior (Resolución  1870/2017 del Ministerio de Educación), y recientemente envió el Proyecto 0010/PE/2017 sobre Libertad Religiosa, que pone en jaque a la laicidad de la Educación Pública, además de violar derechos consagrados constitucionalmente y afectar a vastos sectores de la población, en particular las mujeres, la comunidad LGBT, etc.

Esta contrarreforma profundiza los lineamientos fondomonetaristas y bancomundialistas – que desde los años ’90  alumbraron la Ley de Transferencia de los Servicios Educativos primero, y las Leyes Federal de Educación y de Educación Superior después, cuya definición de la Educación como “servicio” se mantiene hasta el presente.

El Plan Maestr@ viene a intentar consolidar y cumplimentar las metas inconclusas que no lograron imponer por las enormes luchas de resistencia que en nuestro país protagonizaron y protagonizan esencialmente la docencia y el movimiento estudiantil. La estrategia oficial pretende legitimar a través de una tramposa consulta virtual, una política de desmantelamiento de la Educación pública y de promoción de mayores instrumentos de dominación política y social.

Bajo el falaz argumento, usado por todos los gobiernos, de endilgar la responsabilidad a la docencia por los “magros resultados” del fracasado Operativo Aprender 2016 (también basado en estándares de “calidad educativa” con fuerte anclaje en organismos multilaterales de crédito internacional), el gobierno nacional procura desterrar derechos laborales conquistados por las y los trabajadores de la Educación (como el Estatuto del Docente y la paritaria nacional docente), asignándoles el lugar de verdadera variable de ajuste, flexibilizada laboralmente y sometida a evaluación como medición y control de rendimiento. Con ello persiguen sin dudas, a partir de la centralización de la formación y la evaluación docente (pero la discusión salarial descentralizada), disciplinar al principal foco de oposición que estas políticas encontraron históricamente. Entre las metas prioritarias, el Plan se propone la reformulación de la Carrera Docente (obviamente, sin consulta a los trabajadores docentes y sus representaciones), aduciendo que “este diseño de carrera permitirá superar el esquema actual, donde la variable principal de mejoramiento de las condiciones salariales es la antigüedad”.

En lo referente a la Educación Superior (Capítulo 5), la línea argumental sigue anclándose en la Ley de Educación Superior que todos los gobiernos aplican desde hace 22 años: calidad, evaluación y acreditación vía la CONEAU, equiparación de las universidades públicas y privadas, vulneración de la autonomía universitaria. El Plan promueve entre sus metas principales – lo mismo para el resto de los niveles educativos – la Modalidad de Educación a Distancia (ya el CIN se prepara a constituir “consorcios” para lucrar con ella) y la sacralización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs),  incorporando directamente a las multinacionales del sector en el negocio educativo, al tiempo que deja la calidad y control de la Educación Superior librados a parámetros internacionales. Movilidad docente y estudiantil, fuerte interacción de la Universidad con los sectores productivos, capacitación laboral para estudiantes a cargo de las empresas, meritocracia académica, son algunas de las ideas-fuerza esbozadas como objetivos a alcanzar.

 

Estando próxima la celebración del Centenario de la Reforma Universitaria de 1918, entendemos que lejos de enfatizar sobre el rol estratégico que le cabe a la Educación en el desarrollo soberano de la nación y el papel de garante de ella que indelegablemente tiene el Estado, esta batería de proyectos en marcha conforman una verdadera Contra Reforma Educativa asociada a la mercantilización del conocimiento, ajustada a los principios del libre mercado.

 

Por todo ello, nos convocamos y convocamos al conjunto de la comunidad educativa, en particular la universitaria, a rechazar y resistir su implementación. Llamamos a constituir Foros de Debate en todo el país, ejerciendo el papel crítico que corresponde a la Universidad pública, hoy seriamente amenazada.

 

La CONADU Histórica se pronuncia por la defensa de la Educación pública, laica estatal, gratuita y al servicio de las mayorías nacionales exigiendo:

 

  • El rechazo al Plan Maestro.
  • La derogación de la Ley de Educación Superior, la Resolución 1870/16, el Sistema Nacional de Reconocimiento de Trayectorias (SNRT) y de toda la legislación antieducativa vigente.
  • La Laicidad de la Educación.
  • La gratuidad de la Educación en todos sus niveles.
  • El incremento del presupuesto y de las becas.
  • La continuidad de la Paritaria Nacional Docente en defensa del Estatuto y de los Convenios Colectivos de Trabajo.

 

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, julio de 2017.-